Acto tres: La necesidad de agenda

Al día siguiente es necesario completar los mandatos dictados el día anterior. Se piensa en la necesidad de anotar el gran plan, para no olvidar detalles.

• Se destruye África, simplificando mucho la situación mundial. Lástima los leones.
• Se crea el pack de seis vienesas, para hacerlo compatible con la bolsa de seis panes para completos.
• Se reabre El Clon.
• Se envía a todos los gitanos a la Antártica, donde no jodan, y le regalan una docena de ellos a Kusturica, para que filme sus películas sin tener que ir al polo sur. Dado que los gitanos se llaman según donde nacen, todos los gitanos pasan a tener el apellido Antártica, excepto unos pocos, que se llaman "Piloto Pardo" y "No trespassing".
• Se bombardea Las Vegas.
• Se producen purgas de veganos y zurdos insurrectos. Ligero caos en todo el mundo.
• Se termina en tiempo récord el templo Imperial, en isla de Cuascua. Abarca toda la isla, que queda relegada a sótano del templo. La situación social y los servicios de los isleños no varía nada con el cambio.
• Se otorga el premio Nobel al inventor del café, al del lápiz Bic azul punta gruesa y a Themo Lobos. Siguiendo su política, este último lo rechaza.
• Se compra una agenda para uso Imperial, y se consignan en ella un par de ideas más.
• Se encierra a un Mongui en la prisión de isla de Cuascua, como medida preventiva (sabe demasiado). Se le pone una máscara de hierro, y se le pasan muchos libros, para que no se aburra.
• Se amplía la lista de condenados a fusilamiento. La lista se ve engrosada por nombres como Negro Piñera, Castro, George Bush, Abelina, Bombo Fica, grupos Axé completos, Miguelito playero, más de mil poetas callejeros uñeros, Jack Osborne por sicótico, a los amigos de la Iza, y a Mauricio Israel (a este último se le tortura con sumo ensañamiento).

Y entonces, vino el esperado movimiento en contra: La revolución.