Moraleja, sin leja, pero con bastantes moras
Supe una historia que me gustaría compartir. Aquel par de personas que ya la saben, abstenerse de dar información, dado que "Las categorías de personaje han sido alteradas para proteger la identidad de los presuntos implicados".
Conocí a un noble paladín. De honor incuestionable y recta actitud, se dedicaba a esas cosas que gustan tanto a los paladines, como desfacer entuertos, cazar dragones y esas pelotudeces que tanto apasionan a los paladines.
Como las partidas de a uno suelen ser bastante fomes, y por otro par de buenas razones, compartía este fijo d'algo aventuras con una bella y valiente dama, diestra en conjuros, hechizos, abjuraciones y una que otra pericia en no armas.
Ambos habían pasado juntos por peligros inenarrables, y otros narrables por completo, pero que no vienen al caso. Ambos habían salvado el pellejo al otro en al menos una ocasión, y como suele suceder en las relaciones basadas en las experiencias emocionantes, se tenían una gran confianza.
Pero (por supuesto que hay un pero, si no qué chiste tendría el relato). PERO, un día, en pleno viaje a una ciudad algo alejada de la capital del reino, en busca de la dragona de tres cabezas, porque a los aventureros les encanta cazar este tipo de bicharracos, a la dama de marras se le ocurrió contratar a un asesino para que se piteara a su compañero de aventuras. Parece una fea actitud. De hecho, lo es. Puede parecer abrupto, tonto o mal relatado. El asunto es que prefiero dejar las motivaciones de lado, para no enredar las cosas. Además, ni siquiera las sé muy bien.
Así las cosas, iba el paladín muy alegre pensando en estrategias de batalla, porque las dragonas de tres cabezas no son de la clase de seres que se dejan filetear, descuerar y luego colgar en la sala principal con un cartelito de bronce debajo con un simple "Dragona de tres cabezas" y la fecha. Al menos no sin dar una buena pelea. Bueno, iba así por el camino, a todas luces paveando para un observador casual, y de pronto siente nuestro caballero algo así como un calambre, pero más frío y con mango. Puñalada por la espalda. Fácil de impactar, y con un multiplicador de daño que te cagas. Por supuesto que cayó con más bien poca gracia al suelo.
Pero no era tonto. Todo el mundo piensa que los paladines son imbéciles. No es así, pero ser noble y ser estúpido son cosas que a veces parecen indistinguibles, y la mayoría de las veces lo son. Así que, pese a que le picaba bastante, preguntó: "¿Quién te ha enviado, innoble villano?", muy apegado a las normas de conducta lingüísticas de los paladines. Claro que con cierto acento raro, uno muy característico de los que tienen una daga atravesada en la espalda.
Y el asesino, que no había sido mandado a guardar silencio, le contó. ¡Traición!
Al poco rato, la dama, al parecer con algo de remordimientos, se acercó a ver al caballero.
Seguía con vida, lo cual parecía imposible dado el poderoso veneno que impregnaba el arma. Se sintió mal con su conciencia por haberle hecho eso, porque una puñalada en la espalda es de la clase de cosas que te arruinan una tarde. Si además tiene de aquellos venenos que te hacen sentir un ardor similar al que sentiría un caracol atravesando el Salar de Atacama, te preguntas por qué mierda te fuiste a levantar de la cama, si estaba tan blandita y abrigada, y es tanto más agradable tener un colchón en la espalda que un puñal.
Bastante acongojada y arrepentida, se agachó junto a él, y lo tomó en sus brazos. Claro, si tienes alrededor de un palmo de acero atravesado justo donde te pica, que te levanten no es muy grato, pero al menos es un lindo gesto.
¿Y saben qué fue lo que dijo el caballero a esta dama al verla a su lado?
"Te perdono".
¡Te perdono! Nada de insultarla, n escupirla, ni maldecirla, ni nada que hubiese hecho una persona común y corriente. Con un gesto de infinita nobleza, va y la perdona, y conste que nadie le había sacado nada de la espalda todavía.
Y no sólo eso. Lo dijo, no por noblesse obligue, porque cuando tienes una puñalada en la espalda la nobleza que te enseñó tu mentor paladín suele no tener el menor efecto en tu actitud. Lo dijo de corazón. Loable, realmente loable. Sinceramente, una puñalada con veneno en la espalda está muy pocos lugares más abajo en mi lista de cosas que te arruinan una tarde que ser culeado por un alienígena sodomita. Y eso es bastante alto, aunque haya personas que lo duden. Así que me parece admirable su actitud y su noble corazón.
Sintiéndose bastante mal consigo misma, la dama le pidió perdón, y lo ayudó a ponerse de pie, para encaminarse al pueblo más cercano, donde además debía pagar a la cofradía de asesinos, porque con esas mafias no se juega, y para sanar al caballero, que estaba bastante maltrecho, considerando que el ser un paladín no te hace aguantar automáticamente cuando a un tipo se le ocurre disminuir las diferencias entre tú y una botana.
Alegremente, apoyado el uno en la otra, caminaron un rato.
-Oye, tengo una duda - dijo ella tras unos momentos - . Si ese veneno era tan potente, ¿cómo lograste sobrevivir?
-Ah, es algo muy simple - respondió el noble paladín - ¿Recuerdas esa redoma de agua sanadora de la fuente que manaba en aquel lejano reino que fue destruido hace siglos? ¿La redoma que te regaló ese rey una ocasión, y que tú me pasaste para que guardara? Me la bebí.
Noten algo: las tres últimas palabras son de una obviedad impresionante. Pero los paladines son así.
-¿TE BEBISTE MI REDOMA DE AGUA? ¿Cómo me hiciste eso? - gritó resentida la dama.
-Pero, era lógico, ¿o no?
-No, es un gesto muy feo - dijo ella soltándolo - . Sabes que esa agua es un objeto mágico muy raro y poderoso. Has traicionado mi confianza. Nos vemos en el pueblo.
-¿Pero, y la dragona de tres cabezas?
-No lo sé. Después de esto no sé si pueda confiar en ti.
Diciendo esto se fue por el camino.
Definitivamente estas cosas son capaces de arruinarte una tarde.
Nuestro paladín afirmó su fiel espada, mandoble +5/vengadora sagrada, por supuesto, y se puso a andar, porque ya era tarde, y estos caminos se llenan de bandidos al atardecer, y no fuese a ser que se ganara otra puñalada por la espalda, porque con una se tiene suficiente por partida.
Tal vez esta anécdota parezca descompensada, dando aspecto de villanos a quienes tal vez no lo son, particularmente a esa dragona de tres cabezas que, ya puestos a analizarlo, no tiene la menor culpa. Todos aquí tienen sus motivaciones, y mi relato es de una parcialidad descomunal. Lo destacable, en el caso de que se le busque algo destacable, claro, es la actitud del noble paladín. El perdón es algo tan difícil, pero perdonar de corazón raya con lo imposible. "El ojo por ojo nos dejará ciegos a todos", decía el pelado ése de los lentes, el de la sábana blanca. Pero puta que es difícil perdonar. Felicitaciones y toda mi admiración a los que lo han logrado. Y bastantes puntitos de experiencia a los que se lo merecen.
7 comentarios:
Paladin es la profesión mas dificil y muchas vilipendiada de ese mundo en esos tiempos.
saludos amigo
jijiji
wn la cago...
Estoy seguro que nuestro paladin no tiene idea en que repartir los puntos de experiencia xD
Yo cacho que algún pj o el dm podría ayudar xD
jajajaja!
sho no entiendo los blogs!!!
:S
^^
el usuario anonimo es peor q sho!!!!
jajajajaja
Qué cautivante... tenía los pelos de punta mientras leía.
Al final lloré.
- PeLiGRoso
won... los paladines la llevan... son la cagá... nunka he pensado q son wones =P
Publicar un comentario