Cadena: Cinco extraños hábitos míos

Aunque no me agradan las cadenas, ésta viene auspiciada ni más ni menos que por Shaka.
A ver, partamos.

Las reglas:

* El que juega inicia su mensaje en su blog con el título de “Cinco extraños hábitos mios”
* Hay que indicar claramente este reglamento.
* Al final, son escogidos otros cinco participantes, de los que hay que añadir el link a su página.
No hay que olvidar dejar un comentario en las páginas de estos cinco elegidos, comunicándoselo. Al final, los cinco elegidos dejaran un comentario en el blog de origen, avisando que ya lo han cumplido.

Tengo montones de hábitos extraños. Demasiados. Pero como muy bien dicen Alex de La Naranja Mecánica y mi mamá, no hay que dejar que la gente lo conozca así a uno. Así que sólo mencionaré cinco bien inocuos.

-Juegar rol.
A mi edad, pocos son los que mantienen el vicio. Y una vez por semana, eso es todavía más raro. Pero no sé cómo decirlo. Es diferente.
No ando en plan GdR, ni Cisma, ni nada así de organizado. Sólo me junto con los amigotes con la excusa del rol. Me meto mucho en las historias, sí, pero no es como en el colegio. Es muy distinto.

-Caminar.
Creo caminar más que la gran mayoría de personas que conozco. Y creo que de mis cercanos soy el que más camino por placer. Descuajaringo calcetines por gruesas, no por docenas. Sé que camino a 5 km/h casi justos a "velocidad crucero", y con eso he calculado algunas distancias que he recorrido.
Si a usted le gusta caminar, hágamelo saber.

-Rezar.
Sí, aunque muchos no lo crean soy cristiano muy creyente. El asunto es que no puedo comprarme al Jesucristo inhumano católico. Para mí, Jesús es el tipo que cuando sabe que se va a morir se raja con los copetes y los tragos, consigue boliche por ahí, junta a sus doce yuntas, dice que uno se lo quiere cagar, pero no se mariconea acusándolo. De hecho, me gustaría que hubiese pololeado con María Magdalena.

-Humor referencial.
Utilizo referencias de manera compulsiva, aunque nadie las entienda. Y no me importa mucho: debo vomitar esas estupideces, y cuando alguien las agarra me pongo prácticamente a saltar en un pie. Es que no sucede con frecuencia, pero cuando sucede me hace sentir.... conectado con esa persona.

-Soy lógico.
Normalmente no puedo sumergirme por completo en las emociones humanas grupales. No, no soy un sicópata, ¡para nada! De hecho creo ser pasablemente sensible, aunque suene gay. Es sólo que la mayor parte del tiempo veo todo desde afuera y lo analizo fríamente.
Rara vez aplaudo de motu propio, casi nunca lloro o me emociono de verdad, no me importa la mayor parte del mundo, creo que la democracia es un sistema obsoleto y varias otras cosas de ese tipo, y es porque no veo el mundo de esa manera. No lloré en EJE, y que conste que hasta el Pelado Garay lloró.
Recuerdo que lo único en que me fue bien en matemáticas en el colegio fue en lógica. Y que conste que nunca quise usar tablas de vvfvvfvvf.
Claro que ya no soy tan cerrado en esto. Creo que ha influido en este rasgo mi campaña de empatización iniciada el 2005.
Tal vez sea por esto que no me gusta el fútbol, ni soy nacionalista, ni me agrada trabajar en equipo: al verlo todo como algoritmos no logro ser uno con la estúpida masa humana.
Por esto principalmente enganché con Dexter. Aunque, insisto, lo mío no es una sicopatía, es sólo una tendencia a. Los sentimientos se pueden tomar y meter en un rinconcito de la mente y dejarlos ahí hasta que se enfríen.

Bien, mis campeones elegidos son:

La Tamy-mono, por sus extrañísimos hábitos.
La Kitty, por lo mismo, pero en categoría amateur.
Juanita Habichuela, también en categoría peso ligero (aunque su blog ya menciona muchos de estos hábitos).
Jaime, porque creo que debe tener muchos y extraños. Interesantes, también.
Peligroso, porque tiene varios, y porque tiene que actualizar su blog alguna vez, y esto es un buen motivo.